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- Formato
- image/jpeg
- Idioma (código)
- spa
- Extensión
- 23,9 x 11,4 cm
- Titular de los derechos
- Seminario-Archivo Rubén Darío
- Materia
- es-ES Cartas
- Núm. páginas
- [6] p.
- Miniatura
- https://patrimoniodigital.ucm.es/r/thumbnail/968217
- Notas
- es-ES Tinta de color anaranjado de muy difícil lectura
- es-ES Carta manuscrita
- Derechos de acceso
- Ver todo fichas con este valorCC BY-NC-ND 4.0
- Signatura
- Carpeta 9/809
- Identificador BUC
- ARD/809
- Idioma
- Español
- Europeana Type
- TEXT
- Europeana Data Provider
- Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid
- Transcripción de
-
Buenos Aires 15 Febrero 1900
Estimado Dario: Al ausentarse de esta ciudad hace algún tiempo se le señalaba como el autor de un libro que habia de conmover mas tarde el mundo amoroso. No lo reconozco pues en las correspondencias á la “Nacion”.
Error de residencia? Su sensibilidad y buen gusto en un pais donde triunfan todavía los colores fuertes y domina la cocina al aceite, tenia que resentirse.
La península no tiene nuances. No tiene tampoco variantes de (...). En ella todo es rutinario. Los espíritus como el suyo son extraños (¿?) a esas comarcas. La nobleza, el valor y la honradez (...) en España no tienen aplicación. (...) El amor moderno no necesita de tales dotes. Ha quedado de lado el arrojo en la toma de una plaza fuerte. Unicamente en los paises semi-salvajes quedan mujeres que pidan hombres que les partan (¿???). Ya no mas el torpe procedimiento impetuoso. Una partida de este género equivale a un calambre. Mata las sensaciones que se buscan. ¿Qué puede contar una española despues de haber tenido entre sus brazos uno de esos partidores, poderosos en el empuje pero rústicos en el verdadero goce, de los que toman el vientre de una mujer por el lomo de una mula?
Sobre muchas mujeres talvez alguna se declare satisfecha, pero lo será por estrangulación, con el placer del ahorcado! La violencia produce un trastorno nervioso.
Esos hombres de escasa paciencia colocan su frenesí desde que llaman á la puerta de su querida. No conocen el placer gradual y (...) continuamente de amores recocidos. No tienen culto por el cuerpo de la mujer ni menos se arriesgan en la mas vulgar exploracion! Profanos en esto, suponen los demás con cerebros enfermos. Jamás realizan un peregrinaje feliz. Aberraciones del buen gusto. Cocineros al aceite!!
Tampoco tiene aplicación en el amor aludido, la honradez española. Los tribunales no conocen leyes contra el pillaje de sensaciones, sentimientos y hasta de los pensamientos de la mujer y si las hubiera el principal defensor del acusado sería la víctima.
No nacen en España los ladrones. Se opone la nobleza de la raza. Ahí nadie baja la cabeza. Y con altivez solo se vive entre hombres. Las mujeres tienen tales sinuosidades que rechazan la tiesura!!!
Estas cosas le cuento a mi querido Darío por que lo veo muy capaz de comprenderlas. Teórico y todo, es el único escritor de lengua castellana que puede describirnos el amor de que hablo. Las inmundicias (¿?) de Zola han hecho camino fuera de Francia y desgraciamente [sic] mucho en los paises hispano-americanos. Max Nordau á última hora lo cree sublime por que defendió á Dreyfus. Generosidad israelita.
Debe V habitar Paris. Un siglo vegetará sin cambiantes en España. Otro día Madrid seguira el ejemplo de los pueblos adelantados y entonces podrá V volver con esa misma lira para arrancar notas voluptuosas con la punta de los senos de las mujeres españoles hoy tan mal aprovechadas. Su lira tiene hasta ahora la fisionomia de una virgen viciosa. Vaya pues á Paris y escribe el libro que esperamos. Ponga si es posible el lenguaje americano de su tierra y la (...), sin el pomposo estilo que hoy emplean los escritores españoles de fondo insustancial.
Ya vé V que no lo olvida su afectuoso amigo.
J.R. Villanueva
“El Diario”